Cuando la proporción de fibras musculares dañadas es pequeña, el sistema nervioso central compensa con el reclutamiento de otras fibras del mismo músculo para mantener la producción de fuerza y por tanto, el ritmo de carrera se puede mantener. Pero si el estrés mecánico continúa, hecho que sucede inevitablemente durante la realización de una maratón, el número de fibras dañadas es tal que el músculo pierde progresivamente la capacidad de generar fuerza. Y claro, si los músculos de las piernas ya no pueden generar la misma fuerza que al principio de la carrera, nos vemos obligados a reducir notablemente el ritmo. El fenómeno de la fatiga en el maratón se ha relacionado con la temperatura corporal, la deshidratación, la hipoglucemia, etc., pero hasta ahora no se había relacionado con el daño en las fibras musculares.
El daño muscular es un fenómeno difícil de medir in vivo ya que requeriría la obtención de biopsias musculares. Sin embargo, se puede medir indirectamente utilizando muestras de sangre. Cuando la fibra muscular se rompe se produce la liberación de proteínas, que normalmente se encuentran dentro del músculo, al torrente sanguíneo. Entre ellas, las más habituales son la mioglobina, la creatina quinasa (CK) y la lactato deshidrogenasa (LDH). De tal manera que un incremento desproporcionado en la concentración de estas proteínas en la sangre indica que se ha producido daño muscular, aunque el método es inespecífico, ya que no determina dónde se ha producido el daño. La prevalencia del daño muscular en el deporte se ha estudiado en términos clínicos, ya que el aumento en la concentración de las proteínas musculares en la sangre, especialmente la mioglobina, produce dificultades en el filtrado glomerular derivando en un problema médico denominado rabdomiólisis.
En una serie de estudios realizados en el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Camilo José Cela (Madrid), se ha podido investigar las consecuencias que el daño muscular tiene sobre el rendimiento físico en pruebas de larga distancia como el maratón y el triatlón de larga distancia. En la primera investigación desarrollada en el Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & 1/2 del año 2011, un grupo de maratonianos realizaron un salto a la máxima intensidad antes y después de completar el maratón y entregaron una muestra de orina tras la competición. Se pudo determinar que los maratonianos con mayor concentración de mioglobina en la orina eran aquellos con las mayores pérdidas de altura en salto indicando la relación entre daño muscular y fatiga. En la siguiente investigación realizada en el Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & 1/2 del 2012, se obtuvieron muestras de sangre antes y después de la competición y se analizaron los ritmos de carrera de los maratonianos que voluntariamente participaron en la investigación. Estos maratonianos fueron agrupados en corredores que mantuvieron un ritmo estable durante la carrera y maratonianos que terminaron un 30% más lento de lo que empezaron, mientras que su ritmo de carrera era similar en los primeros kilómetros de la prueba. Curiosamente, los corredores que redujeron drásticamente el ritmo de carrera en el maratón –esta reducción fue visible a partir del paso por la ½ maratón- tuvieron una mayor concentración sanguínea de mioglobina y LDH. Estos datos indican que el daño muscular fue una variable explicativa del descenso en el ritmo de carrera de los maratonianos, afectando negativamente a su ritmo de carrera y tiempo final en la competición.
En una tercera investigación realizada en un triatlón de media distancia (1,8 km de nado, 75 km de bici y ½ maratón) se pudo determinar que los triatletas con mayores concentraciones sanguíneas de mioglobina y creatina quinasa al final de la competición fueron los deportistas con mayor fatiga medida de nuevo a través de los descensos en la altura de salto (CMJ). Además, se pudo determinar que el daño en las fibras musculares explicaba una mayor cantidad de la fatiga de los triatletas que otros factores tradicionalmente considerados clave, como la deshidratación, el balance de electrolitos o la glucosa sanguínea.
En estas investigaciones iniciales quedó patente el efecto negativo sobre el rendimiento físico en pruebas de resistencia que tiene el daño en las fibras musculares. En estos últimos años, hemos investigado diferentes estrategias para prevenir o reducir los niveles de daño muscular en este tipo en maratonianos y triatletas. En el Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & 1/2 del 2013 investigamos la efectividad de una suplementación con aminoácidos ramificados (también llamados BCAA) durante una semana antes de la maratón. Para ello comparamos a un grupo de maratonianos que tomó este suplemento con un grupo “control” de maratonianos que tomaron un placebo (celulosa) y medimos el rendimiento de ambos grupos durante la maratón.
La suplementación con aminoácidos ramificados no fue efectiva para reducir el daño muscular en maratonianos ni para mejorar el tiempo final en la competición. Por lo tanto, la suplementación con BCAA no fue efectiva para aumentar el rendimiento físico del corredor de maratón. Por otro lado, también hemos testado la efectividad de las medias de compresión –desde tobillo a rodilla- como estrategia de prevención de daño muscular en el triatlón. Lamentablemente, el grupo de triatletas que llevó medias de compresión durante una prueba de media distancia no mostró ninguna mejora sobre los triatletas que usaron calcetines convencionales, probablemente porque este tipo de material deportivo solo comprime una parte de la pierna (pantorrilla) mientras que la musculatura del cuádriceps e isquiotibial no está protegida.
Probablemente la mejor manera de evitar el daño muscular durante la carrera de maratón sea un entrenamiento adecuado que incluya sesiones con larga distancias y la realización de entrenamientos de fuerza muscular. Teóricamente, estos entrenamientos prepararán específicamente la musculatura de las piernas al estrés físico que se dará en la maratón, tanto en intensidad como en duración. En las siguientes ediciones del Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & 1/2, gracias a las facilidades ofrecidas por su organizadores, y contando con la participación voluntaria de corredores, realizaremos investigaciones para encontrar el mejor método de entrenamiento que ayude a prevenir el daño muscular.
La Universidad Camilo José Cela y Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & 1/2 demuestran con las investigaciones desarrolladas su preocupación por mejorar las necesidades de los corredores. Una muestra, respectiva, de sus compromisos como universidad (UCJC) creadora y transmisora de conocimiento y como evento (R’n’R Madrid Maratón & 1/2) que apuesta por la permanente mejora de su entorno y del servicio a sus runners.
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